No me gusta el cava. Es que es demasiado amargo para mi gusto. Tenía una buena oportunidad para redescubrirlo y intenté dejar de lado mis prejuicios. Me sirvieron cierto cava con bastante renombre y prestigio, la gente a mi alrededor decía que era bueno, pero yo estaba desesperada y no entendía nada: joder, a mi me olía a pólvora. A abrir el balcón la noche de San Juan. Por más que agitara la copa, olía sólo a azufre. Al probarlo, el CO2 petó en mi lengua y un breve sorbo me dejó un postgusto amargo. Desistí, no hubo reconciliación posible con el cava y no voy a caer en esnobismos: no me gusta el cava ni aunque la botella cueste 60€.
dimecres, 16 de gener del 2008
Empecé la noche entre copas...(reconciliación imposible)
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4 comentaris:
Para gustos los colores! Las cosas gustan o no gustan, el precio es otra cosa.
Jo m'he reconciliat amb les olives negres després de 5 anys...però no he aconseguit el mateix amb les escarxofes...
A mi sí que m'agrada el cava...mmmmhhhhh
A mi m'agrada quasi tot el que sigui bebible.
A mi si el cava es car m'agrada... sino no em deagrada però no m'entusiasme (ho he comprobat aquest Nadal).
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