The Punisher III o tú asesina que yo limpio la sangre

Algo muy gordo debo haber hecho porque Zeus El Castigador me ha enviado el rayo definitivo. No sólo las viejas chochas se caen en la ducha, las solteronas también. Me he metido tal hostión de morros que se me ha quedado esta hermosa sonrisa rota. Labio partido, diente partido, un tajo en la barbilla, el corazón desbocado. La sangre es escandalosa; me he sentido como en una escena de una película de Tarantino. La bañera llena de jabón teñido de rojo y yo que he visto pasar mi vida entera en décimas de segundo mientras besaba la pared de la bañera y mi diente saltaba por los aires.

Podeis reiros, se que es de lo más ridículo...y además no me importa, especialmente si pienso que podría haber sido peor: nariz rota, sacudida en el cuello, quedarme inconsciente etc. Rauxa me ha dado la bienvenida a la vida de nuevo, así que intentaré aprovechar esta segunda oportunidad.

Ya se lo que es darse con un canto en los dientes...