dissabte, 24 de maig del 2008

Confesiones

Tengo 31 años. Se cocinar postres complicados, montar muebles de IKEA en un tiempo récord, escribir en árabe, manejar un microscopio electrónico más grande que mi cocina y decidir si un material es apto para la construcción de una carretera, pero no se ir en bicicleta. Repito, no se ir en bicicleta.
De pequeña nunca se me ocurrió pedir a los Reyes Magos una bici. Y a los Reyes Magos tampoco se les ocurrió regalarme una bici por iniciativa propia.
Hay un carril bici que va desde la esquina de abajo de mi casa hasta prácticamente la puerta del curro. Cada día, sin excepción, mientras voy embutida en el autobús soportando tufos de naturaleza diversa, me pongo verde de envidia viendo las personas que circulan melena al viento por ese carril bici, sin sentir codazos en los riñones ni la asfixia derivada de compartir un espacio reducido con 100 personas.
Una vez lo intenté en la Torre de las Polillas. El Héroe del Rol quería hacer la buena obra del año enseñándome a montar en bici en su terraza. Insistía mucho, pero fue un fracaso; lo único que conseguí fue frustrarme y avergonzarme porque los peruanos del piso de enfrente me estaban mirando.
He buscado la solución apropiada a mi edad y me he matriculado en un curso para aprender a ir en bici cuando ya tienes arrugas. 16 mujeres, media de edad 50 años (alguna sesentona larga), fantástico para soltarse sin vergüenzas ni manías. Ayer hice mi primera clase. Aunque me empotré contra un árbol dos veces, choqué contra una maruja stricto sensu (ya sabeis, peinado de abuela y teñido de tono caoba, ligero sobrepeso, gafas años 80, etc.) y mordí el polvo en una ocasión, conseguí recorrer unos 50m sin apoyar el pie en el suelo.
He tenido unas semanas bastante jodidas, así que dar tumbos rodeada de 15 mujeres en chándal haciendo las mismas payasadas fue de lo más divertido y liberador. Dos horas con la mente en blanco son reparadoras. Pero esta mañana no podía salir de la cama. Estoy destruida!
Conclusiones:
-No hay que ser gilipollas y avergonzarse de no saber hacer algo. La vergüenza nos ofusca, nos bloquea, nos pesa.
-Nunca es tarde. Para nada.

6 comentaris:

Minerva ha dit...

¡Ole,ole y ole!
¡Así se hace!
Tú practica, que yo sigo soñando con el paseo ciclista junto al mar.

en27m2 ha dit...

A ver si ya lo domino para cuando vengas, porque ahora mismo haría una escabechina...

gracias por los ánimos ;)

Anònim ha dit...

Ostres jo no sé fer res del que tu saps fer, però sóc un as dalt de la bici. La meva és de passeig, rodes grosses, manillar alt, cistellet. A l´estiu la faig servir molt. La vella me la van robar i tinc por de que em passi el mateix amb la nova!!!

Minerva ha dit...

De nada (no recuerdo cuál dijo el Héroe que era la forma en catalán a parte del "de res"). No te preocupes la tuya será con timbre para que puedas anunciar tu paso a las abuelas con moño.

Anònim ha dit...

Fabiola: "A disposar"!!!
Montse: vols fer-me enveja ehhhhhhh

Unknown ha dit...

Felicidades!!