Si mi querida Mujer Estropajo tiene a veces ataques de LaNada, yo tengo ataques de Síndrome MonstruoDeLasGalletas. No es ansiedad, es que a mi me gusta mucho comer y siempre ando controlándome, pero puntualmente bajo la guardia y me pongo tibia. Mirad, ya ha empezado mi fin de semana, he llegado a casa al mediodía y como es algo extraordinario, he decidido celebrarlo. Comiendo, de qué otra manera podía ser.
Esta mañana he ido al mercado y he comprado dos hermosas caballas enormes. La caballa es un pescado injustamente infravalorado y, además, barato. Tras pasarla por al sartén vuelta y vuelta, la he regado con pesto (casero); me gusta la combinación, la caballa no pierde personalidad en la mezcla porque tiene un sabor bastante intenso. Y yo, acostumbrada a comer pescado reseco y recalentado en el microondas, he levitado unos milímetros por encima del suelo. Tan bueno por tan poco (dinero y esfuerzo).
El problema es que el menú no ha quedado ahí y me he quedado como con pena en el estómago, así que después de eso han caido unos macarrones con salsa de roquefort que sobraron de la comida de ayer, dos flanes y...una tarrina de helado de nueces de macadamia a la que le quedan menos de 10'. Mi destino es ser (muy) gorda.
Buen fin de semana
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4 comentaris:
Marieta, igual no lo recuerdas pero cuando acababas de estrenar tu emancipación y hablábamos de ir a comprar y de precios y demás asuntos marujiles te recomendé la caballa, muy gustosa y barata...
¿Pena en el estómago? Qué bien defines, monstrua.
Ja hem abandonat l'Emperador? Mira que tiraves d'ell, canalla, amb els entrepans de la facultat !!!E
no, no! els bocatas eren de llaunes de verat i, especialment, CALAMARES EN SU TINTA
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