divendres, 8 d’agost del 2008

Paredes

Recuerdo haber ido a casa de una compañera de trabajo, hace bastante tiempo. El salón era alargado y con las paredes blancas, inmaculadas, desnudas. Aquello me intrigaba.
-pero, ¿cuanto tiempo llevas aquí?
-hace ya...(no recuerdo cuanto tiempo, pero se que era bastante)
-¿y las paredes? ¡no hay NADA!
-Ya. A mi me gusta así.
Y sin embargo a mi las paredes vacías me dan sensación de provisionalidad, de impersonalidad. Ángulos rectos, aristas cortantes. Cuando vine a vivir al Arca de Noé tarde muy poco en llenar las paredes de fotos (no de delfines, eso es pasarse); era mi manera de apropiarme de ese espacio.
Y aún así, si cualquier tío de dos milenios atrás levantara la cabeza, le parecería tan incomprensible, desnuda y inacabada mi pared blanca con fotos como si estuviera viviendo entre paredes de ladrillo sin enyesar.
*hoy ha refrescado, 30ºC el el cuchi. Un lujo.

1 comentari:

Minerva ha dit...

Me alegro, de que haya bajado algo la temperatura y de que escribas de cosas más prosaicas; buena señal, ¿no?
Y a mí me gustan paredes como las tuyas, con toque personal pero sin excesos barroquiles.