divendres, 29 de febrer del 2008

Luz de aceite

Siguiendo vuestros consejos, descarté la opción de besar el techo de uralita de la portera, ni para ir a buscar los pantalones que allí cayeron hace más de un año. La terapia calórica es más efectiva.
La complicidad de algunas personas cercanas que también están con un poco de flojera, los encuentros ayer y anteayer con personas muy queridas que hacía tiempo que no veía y una tregua en el trabajo me han hecho olvidar que la vida que llevo no me gusta. La casualidad ha querido que todo esto confluyera en estos dos últimos días.
Tras unos días gris, mi casa revienta de luz esta mañana; el día clama un cambio. He puesto buena música, nada de noticias. Y de desayuno, hoy algo diferente. La música, la luz, y el pan de aceitunas que hice anteayer con un bue chorreón de aceite de Cambrils que me regaló Ester (gràciees!) me han hecho levitar unos milímetros por encima del suelo. Mientras me echaba otro chorro de aceite me he dicho joder, esto es la felicidad. Minutos fugaces en que todas las piezas encajan y todo gira al unísono.
Ahora se acabaron las experiencias místicas, que tengo que ir a trabajar. Y el techo de uralita tendrá que esperar.

4 comentaris:

Minerva ha dit...

Y además, darse cuenta que esos minutos fugaces se componen de cosas sencillas y accesibles.

Anònim ha dit...

Que bé que vius... a mí en canvi... desastres... el conill fastigós amb el que visc es va menjar una de les meves xancles (la puc dur però està supermegarrosegada)... fa més de dues setmanes que hi ha un pot a sobre la nevera amb 70 Euros per anar a fer la compra... com que ningú té temps, elo mejar es va acabant, a dia d'avui només queda puré de patates i salsiches de franckurt marca DIA... el rebost sembla el magatzem d'ajuda humanitaria de Darfur...

Minerva ha dit...

Pobre conejo, como no le dais de comer ya sólo le quedan los polímeros plásticos chancletiles...ja,ja...Pero hombre, que seguro que hay algún paki o chino cerca de tu pisito madrileño, que están casi 24 horas... ¡vaya panda!

Anònim ha dit...

Consuélate sabiendo que tampoco te gustaría cualquier otra vida que pudieras llevar.

Es lo que tiene ser humano, siempre deseando cosas que no tenemos y cuando las tenemos ya no nos parecen suficiente.

La otra alternativa, el método tradicional, es que te hagas con una mascota... :P